lunes, 6 de agosto de 2012

Olimpiadas de Berlín 1936 y los Mundiales de Fútbol de Italia 1934 - Francia 1938: el deporte antes de la Segunda Guerra Mundial



Olimpiadas de Berlín 1936 y los Mundiales de Fútbol de Italia 1934 - Francia 1938: el deporte antes de la Segunda Guerra Mundial

Estando en plenas olimpiadas, evento magno del deporte mundial, Londres muestra lo mejor y nos sorprende día a día con una impecable organización, sin embargo hubo dos problemas de deportistas expulsados por comentarios racistas y discriminadores. El mundo está en relativa paz, pero ¿cómo habrá sido el deporte en el siglo XX? Normal claro, pero… ¿antes de la segunda guerra mundial?, allí cambia el panorama.

La segunda guerra mundial, etapa nefasta de la historia, se dio entre los años 1939-1945 en donde Alemania e Italia integraban el Eje, el deporte fue utilizado como cortina de humo en ambas naciones.

Cronológicamente en el año de 1936 se desarrolló las olimpiadas de Berlín, que pasarían a la historia por la presencia de Adolf Hitler, en donde utilizó este evento para demostrar el poderío Nazi al mundo y ocasionando escándalos deportivos. Hay muchas anécdotas al respecto, como la negación de felicitar al ganador de las pruebas de atletismo el atleta norteamericano de raza negra Jesse Owens (el Usain Bolt de la época), la exclusión de Bergmann atleta alemana de origen judío que incluso tenía un récord nacional y claro Perú no estaría apartado de este suceso pues la selección de fútbol sería partícipe de un escándalo tremendo en el tan sonado encuentro versus Austria (Adolf era austriaco de nacimiento) que habiendo derrotado a los europeos por 4 a 2, ellos pidieron un partido de revancha argumentando que un grupo de peruanos entraron al campo de juego para agredir a los jugadores austriacos, la revancha fue aplazada por inconvenientes  causando malestar  en la delegación inca tomando la decisión de retirarse.

Antes de 1930, no existía campeonato mundial, es por ellos que el campeón máximo del fútbol era quien lograba la medalla de oro en las olimpiadas, siendo Uruguay quien habiendo ganado el oro olímpico en 1924 y 1928 era el mejor país del mundo futbolero, por eso organizaría el primer mundial ganándolo en 1930.

Para el año de 1938, se organizó el tercer mundial de fútbol, el presidente de la FIFA Jules Rimet había programado la máxima cita futbolística en sedes intercaladas entre Sudamérica y Europa, tal es así que se dieron Uruguay 1930, Italia 1934 y Francia 1938 ….. ¿Francia 38? La sede debió haber sido Argentina pero Rimet optó por Europa por el miedo de que esta copa sea la última ya que los países europeos no querían venir a Sudamérica (tal como sucedió para el mundial de Uruguay) Argentina aceptó con la condición de clasificar al mundial saltando el proceso eliminatorio, pero luego la AFA desistió solidarizándose con Uruguay por el complot que vivió en su organización del ‘30, y no solo Uruguay sino muchos países de esta parte del mundo a excepción de Brasil quien asistió con sus figuras descollantes (tuvo al goleador del mundial Leonidas) con la promesa de la FIFA de realizar el mundial de 1942. No es pequeño el detalle que Italia estaba gobernada bajo el régimen fascista de Mussolini y la situación en Europa no era de las mejores, el deporte es el momento adecuado de líderes autoritarios para demostrar poderío.

Este mundial tuvo actos bochornosos como el saludo nazi alemán en el partido inaugural frente a Suiza en el Parque de los Príncipes que causó el abucheo de los espectadores, pero Italia jugaba este mundial defendiendo la corona lograda en 1934 buscando ser el primer bicampeón mundial, meta que lograría.

La final del ’38 sería entre Italia y Hungría, en eso nace la anécdota de que un telegrama llega al camerino azurro en donde el técnico Pozzo leería “vencer o morir” (lo cual se tomó de una forma muy literal). No era la primera vez ya que un día antes de la final del mundo del ’34 “el Duce” personalmente les dio un mensaje de aliento, en esa oportunidad les dijo: "Señores, si ellos son correctos, nosotros somos correctos. Eso ante todo. Pero si nos quieren ganar de prepotentes, el italiano debe dar un cazote y el adversario caer... buena suerte para mañana muchachos, ganen, si no, crash", donde "Crash" era sinónimo de corte de cabeza. Mientras que en el entretiempo de la final del mundo, a Vittorio Pozzo, entrenador de Italia, un emisario de Mussolini le entregó un papel manuscrito por el Duce que decía: "Señor Pozzo, usted es el único responsable del éxito, pero que Dios lo ayude si llega a fracasar". Acto seguido, pálido y tembloroso, se dirigió a los jugadores ordenándoles: "No me importa cómo, pero hoy deben ganar o destruir al adversario. Si perdemos, todos lo pasaremos muy mal". El resultado de ambas  finales fue a favor de los “tanos”, alegría total y los seleccionados llegaron a Roma considerados héroes nacionales.

Años más tarde, Szabó, el portero húngaro, declaró: “Nunca en mi vida me sentí más feliz después de un partido. Con los cuatro goles que me hicieron, le salvé la vida a once seres humanos. Me contaron antes de empezar el partido que los italianos habían recibido un telegrama de Mussolini que decía: ‘Vencer o morir’. Vencieron“.

He querido resaltar en esta publicación, el mundo del deporte antes de la segunda guerra, que justo italianos y alemanes (fascistas y nazis) fueron personajes principales. El mundo se paralizó por 6 años desde 1939 hasta 1945, y en ese periodo no hubo  olimpiadas  ni mucho menos mundial.  Se anularon las olimpiadas de 1940 cuya sede inicial era Tokio (otro país del eje) pero luego se escogió como sede Helsinki que nunca se desarrolló. El fútbol se quedó sin mundiales de 1942 que iba ser organizado por Brasil y tampoco se pensó en hacer uno en 1946 porque el mundo estaba despertando de un larguísimo coma, es por ello que el mundial siguiente fue organizado por Brasil en 1950 repotenciado también por el momento crítico de Europa.

Ese mundial tendría otra anécdota, ya que Brasil lo pierde en el sonado “Maracanazo” pero esa será otra historia…




No hay comentarios:

Publicar un comentario